Es la unidad de transporte de carga (UTC) que permite mover la mayor parte de los tráficos mundiales de mercancías.

El contenedor es un recipiente de transporte de carácter permanente, de fácil llenado y vaciado, capaz de asegurar un uso repetido, sin ruptura de la carga en caso de trasbordo a diferentes modos o vehículos de transporte. Esta versatilidad ha hecho posible el transporte intermodal y el desarrollo exponencial del comercio internacional.

Existen modelos de contenedores para cada necesidad del transporte, todos ellos apilables y provistos de dispositivos en las cantoneras y de cavidades en la base que permiten su manipulación horizontal o vertical, ser apilados y su sujeción al vehículo de transporte o a otros contenedores.

Sus tamaños principales son de 45, 40 y 20 pies, y de gran capacidad (high cube container o HC).

La unidad de medida del contenedor es el TEU (siglas de twenty-foot equivalent units), que equivale a 20 pies (6,10 m). Las capacidades globales de los buques o las terminales de contenedores se miden mediante el TEU.

Las reglas Incoterms (acrónimo de international commercial terms) están definidas por la Cámara de Comercio Internacional (CCI), con la finalidad de contribuir a la seguridad jurídica en las operaciones internacionales de compraventa de mercancías y a la homogeneización de las condiciones de entrega de las mismas.

Cuando se realizan transacciones comerciales internacionales uno de los aspectos que hay que fijar con precisión es el lugar donde se entregarán las mercancías. Este lugar, pactado previamente entre el comprador y el vendedor, tiene que quedar reflejado en el contrato de compraventa internacional. Expresar en el contrato cómo se entregarán las mercancías se podría hacer de dos maneras: definiendo lo más exactamente posible el lugar de entrega, quién se hace cargo del transporte, quién asume el riesgo, quién debe realizar los trámites de importación o exportación, etc. y, además, en diferentes idiomas, o bien empleando las reglas Incoterms.

Guía básica del Exportador

Para obtener resultados óptimos en operaciones de comercio internacional, es necesario haber investigado suficientemente el mercado de destino, conocer los clientes objetivos y elaborar un plan de exportación.

Este plan ha de incluir desde la propuesta de valor hasta el detalle de las ventajas competitivas y la gestión de las ventas, la planificación de la financiación, la política de precios, los sistemas de cobro, la protección contra las fluctuaciones de los tipos de cambio o las modalidades de seguro que se vayan a utilizar.

Es importante conocer las regulaciones sobre el producto que se va a exportar, si hay barreras para su importación en el país de destino, si tiene arancel, cuotas o restricciones, si ha de acompañarse de documentación especial, cuáles son las normativas sobre etiquetaje, y tener muy presente las diferencias culturales que pueden existir en el proceso de negociación del contrato de compraventa internacional.

El plan de exportación también debe prever el proceso logístico para hacer llegar la mercancía al comprador. Cargo Flores es el operador logístico internacional que le asesorará, seleccionará el modo de transporte más adecuado y coordinará todas las operaciones necesarias para que sus mercancías lleguen a su destino con la mayor seguridad, en el tiempo preciso y con el menor costo posible.

Este proceso logístico, adicionalmente, puede requerir la valoración de posibles costos en destino, de acuerdo con la regla Incoterms 2010 que se pacte, o una cuidadosa planificación y garantía de confidencialidad cuando se trate de operaciones triangulares o de crosstrade.

Es un elemento clave para desarrollar las relaciones comerciales, evitar posibles controversias y por sus funciones económica y jurídica. Existen modelos de contrato propuestos por la Cámara de Comercio Internacional para los diferentes tipos de mercancía y situaciones posibles.

En función de la relación de confianza entre las partes, el riesgo comercial y el del país desde donde se emitirá el pago, se puede pactar un medio de pago con mayores o menores garantías.

La limitación del riesgo de impago se puede soslayar con el pago por adelantado, o si se contrata una póliza de seguro o mediante un medio de pago con garantías bancarias.

La función de la aduana es controlar la entrada y salida de mercancías de un país, autorizar o denegar las exportaciones e importaciones y los tránsitos de mercancías. Esto no es así entre los países de la Unión Europea, donde existe la libre circulación de personas y mercancías en un régimen aduanero común.

En la exportación, la aduana despacha las mercancías de acuerdo con la documentación que presenta el representante aduanero junto al documento único administrativo (DUA), y recauda los impuestos y tasas que correspondan.

SPI asesora a la empresa importador respecto a:

• Los destinos y regímenes aduaneros que se correspondan con la operación.
• Los documentos que deben presentarse en la aduana de exportación y, en su caso, en la del país de destino.
• Prever posibles retrasos por inspecciones, ya sean documentales o físicas de la mercancía.
• Conveniencia de que el despacho aduanero en el país de destino corra a cargo de la empresa importadora.

Junto al documento único administrativo (DUA), según la operación y el carácter de las mercancías importadas, los documentos más habituales que deben presentarse para el despacho aduanero son:

• Factura comercial.
• Exportaciones a países con convenio preferencial:
  • En función del origen y país de destino: EUR-1, ATR y, excepcionalmente, FORM A.
  • La factura debe indicar el número de exportador autorizado (en cuyo caso no es necesario el EUR-1).
  • En el caso de valores inferiores a 6.000 €, siempre que se indique la cláusula: “The exporter of the products covered by this document, declares that, except where other wiseclear lyindicated, these products are of European Preferential Origin”, tampoco se necesita EUR-1.
• Exportaciones al resto de países: certificado de origen emitido por una cámara de comercio, si lo exige el comprador.
• Mercancías restringidas: licencia o autorización de exportación, o autorización de contingente.
• Mercancías peligrosas/IMO: se requiere DGD y MSDS.
• Destinos conflictivos: licencia o autorización de exportación.
• Mercancías peligrosas/IMO: se requiere DGD y MSDS.
• Exportaciones originarias de la UE con derecho a “restitución”: certificado Agrex a la exportación.
• Productos sensibles: certificados de inspección o control (sanitario, fitosanitario, tecnología doble uso, veterinario, patrimonio, etc.).
• Lista de carga, si se trata de varios bultos.

Guía básica del importador

Pueden existir múltiples motivos para realizar una importación de productos: innovación, calidad, costes, nuevas posibilidades de negocio o de abrir nuevos mercados. Pero en todos los casos es necesario elaborar un plan de importación.

Con toda la información necesaria, este plan será la guía del proceso. Ha de incluir desde la propuesta de valor que representa hasta el detalle de las ventajas competitivas y la gestión de la distribución, la planificación de la financiación, la política de precios, los sistemas de pago o la protección contra las fluctuaciones de los tipos de cambio.

Es importante conocer las regulaciones sobre el producto que se va a importar, si hay barreras para su importación, si tiene arancel, cuotas o restricciones, si ha de acompañarse de documentación especial o si está homologado, entre otras cuestiones relevantes.

El plan de importación también debe prever el proceso logístico global de la importación. SPI es el operador logístico internacional que le asesorará respecto a las condiciones de entrega de la mercancía que le resulten más favorables, valorando los posibles costos en origen, seleccionando la regla Incoterms 2010 y el modo de transporte más adecuados, y coordinará todas las operaciones y tramitaciones aduaneras necesarias para que las mercancías lleguen a su destino con la mayor seguridad, en el tiempo preciso y con el menor costo posible.

Es un elemento clave para desarrollar las relaciones comerciales, evitar posibles controversias y por sus funciones económica y jurídica. Existen modelos de contrato propuestos por la Cámara de Comercio Internacional para los diferentes tipos de mercancía y situaciones posibles.

En función de la relación de confianza entre las partes, el riesgo comercial y el del país desde donde se emitirá el pago, se puede pactar un medio de pago con mayores o menores garantías.

La limitación del riesgo de impago se puede soslayar con el pago por adelantado, o si se contrata una póliza de seguro o mediante un medio de pago con garantías bancarias.

La función de la aduana es controlar la entrada y salida de mercancías de un país, autorizar o denegar las exportaciones e importaciones y los tránsitos de mercancías. Esto no es así entre los países de la Unión Europea, donde existe la libre circulación de personas y mercancías en un régimen aduanero común.

En la exportación, la aduana despacha las mercancías de acuerdo con la documentación que presenta el representante aduanero junto al documento único administrativo (DUA), y recauda los impuestos y tasas que correspondan.

SPI asesora a la empresa importador respecto a:

• Los destinos y regímenes aduaneros que se correspondan con la operación.
• Los documentos que deben presentarse en la aduana de exportación y, en su caso, en la del país de destino.
• Prever posibles retrasos por inspecciones, ya sean documentales o físicas de la mercancía.
• Conveniencia de que el despacho aduanero en el país de destino corra a cargo de la empresa importadora.

Junto al documento único administrativo (DUA), según la operación y el carácter de las mercancías importadas, los documentos más habituales que deben presentarse para el despacho aduanero son:

• Factura comercial.
• Lista de carga, si se trata de varios bultos.
• Certificado de origen, si hay reducción arancelaria, o documentación que acredite el origen en caso de acuerdos bilaterales.
  • Modelos: FORM-A, EUR-1 o ATR.
• Datos del transporte y seguro en función de las condiciones de entrega pactadas.
• Documentos de transporte, en función del modo de transporte utilizado:
  • Conocimiento de embarque marítimo (bill of lading).
  • Conocimiento de embarque aéreo (air waybill).
  • Carta de porte ferroviario (CIM).
  • Carta de porte por carretera (CMR).
  • Cuaderno TIR.
  • Certificado T de tránsito y documento de acompañamiento.
• Certificaciones del producto que puedan ser exigidas: sanidad, veterinaria, Soivre, farmacia, fitosanitaria, baja tensión, homologación, etc.
• Certificaciones en función de la política comercial del país de destino:
  • Licencia o autorización de importación.
  • Autorización de contingente.
  • Certificado Agrex a la importación.
• Si el valor es superior a 10.000 €, se emite el DV-1.

Excepcionalmente, se pueden requerir fotografías inspección física, catálogos, certificaciones específicas, etc.